Escucha la voz de Dios y ten un corazón dispuesto

Escucha la voz de Dios y ten un corazón dispuesto
(Clase para el domingo 22 de noviembre del 2015)


1. TIPS DE LA SEMANA: 


- Te sugerimos estar con tu grupo en el momento de la alabanza, es un momento que tienen para adorar con los niños al Señor, te pedimos cuidarlos y mantener el control del grupo.

-Te pedimos no dar detalles a los padres sobre el mal comportamiento de algún niño, en caso de tener un evento delicado, por favor coméntalo antes con los encargados del servicio.

2. Alabanza: David

3. Clase

-Tema: Escucha la voz de Dios y ten un corazón dispuesto.
-Pasaje: 1 Samuel 2:12-3:21

Objetivo: Aprender, a través del ejemplo de Samuel, cómo ser un niño atento y obediente a la palabra de Dios. Y, por el contrario, las consecuencias de la desobediencia.


4. Meditación y preparación del maestro:

·  Pasa un tiempo meditado en el texto de la clase y el verso a memorizar. ¿Qué significa este texto para nosotros? 

Algunos tips para tu meditación:

A) Marca los puntos significativos para enfatizar.
B) Subraya las palabras o ideas que necesitan más explicación.
C) Puedes hacer anotaciones al margen de tu Biblia.

5. Lección:

Introducción: La semana pasada conocimos la historia de Ana, una mujer que no podía tener hijos, pero que Dios le concedió tener un bebé a quien llamó Samuel. Recordemos que tanto Elcana como Ana decidieron entregar a su hijo al Señor, así que desde muy pequeño fue llevado al templo para que se quedara a vivir allí junto con el sacerdote Elí. Así, pasaron los años y Samuel se convirtió en un niño mayor que ministraba en el templo.

El sacerdote Elí tenía dos hijos llamados  Ofni y Finees. 

(Aquí vamos a hacer un contraste entre los hijos de Elí y Samuel dando énfasis en el buen ejemplo de Samuel más que en las cosas malas que hicieron Ofni y Finees. 

Es decir, vamos a animar a los niños a seguir el ejemplo de Samuel sin enfocarnos en enlistar las malas acciones de los hijos de Elí, solo los tendremos como referencia).

Ofni y Finees eran personas que no amaban a Dios, desobedecían a su padre y no lo honraban, incluso la gente hablaba de su mal comportamiento. Vivían una vida de rebeldía y pecado así que esto no les trajo nada bueno.

En cambio, por el otro lado vemos a Samuel, quien crecía y servía al Señor en el templo. 

Vamos a enfocarnos en un momento específico de la vida de Samuel, allí podremos notar algunas características que Dios quiere que tengamos para que seamos unos niños que honremos al Señor y a nuestros padres.

Una noche Samuel se fue a dormir, estaba a punto de quedarse dormido cuando escuchó una voz que lo llamaba. Inmediatamente, él se levantó y fue directo hacia dónde estaba Elí para preguntarle qué era lo que necesitaba. Sin embargo Elí le dijo que no era él quien lo llamaba, así que le pidió que regresara a su cama a dormir y así hizo Samuel.

Al poco tiempo, justo cuando Samuel estaba por quedarse dormido una vez más, volvió a escuchar una voz que lo llamaba, así que nuevamente se levantó y corrió hacia dónde estaba Elí, pero una vez más Elí le dijo que no era él quien lo llamaba, así que Samuel volvió a su cama a dormir.

Así sucedió una tercera vez, hasta que Elí entendió que quien estaba llamando a Samuel era Dios, así que el sacerdote le dijo esto a Samuel y le pidió que, al escuchar nuevamente la voz, contestara: "habla que tu siervo escucha". Así que cuando Samuel volvió a escuchar la voz de Dios le dijo tal cual Elí le había dicho, y entonces Dios le habló y le dio un mensaje muy importante.

¿Te das cuenta? Hay varias cosas que podemos aprender de Samuel, vamos a revisar algunas de ellas:

1) Samuel era un niño obediente que respondía a la primera llamada. ¿Te ha pasado que tus papás te piden que hagas algo y tienen que repetírtelo una y otra vez para que lo hagas? Dios quiere que estés atento a las indicaciones que recibes de tus autoridades y respondas con prontitud para hacerlas.

2) Samuel hacia lo que le pedían con buena disposición y sin quejas. Dios quiere que hagamos todo con alegría, que obedezcamos con una buena actitud.

3) Samuel estuvo atento y escuchó la voz de Dios. La manera en que nosotros hoy en día escuchamos la voz de Dios es a través de su palabra. Es el medio más seguro para conocerle a Él y a su hijo Jesús. Así que para poder escucharle necesitamos estar atentos a lo que su palabra dice. Nuestro corazón necesita estar dispuesto para entonces recibir lo que el Señor tiene preparado para nuestras vidas.

¡Cada que escuches su palabra ponte atento, dispón tu corazón para aprender lo que él quiera enseñarte!

6. Verso a memorizar

Y Jesús dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.
(Lucas 11:28)

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