Cristo es nuestra pascua

Cristo es nuestra pascua 
(Clase para el domingo 10 de septiembre de 2017)



Algunos tips para tu meditación:

A) Marca los puntos significativos para enfatizar.
B) Subraya las palabras o ideas que necesitan más explicación.
C) Puedes hacer anotaciones al margen de tu Biblia.

Clase

Tema: Cristo es Nuestra Pascua
Pasaje: 2 Reyes 23:21-23
Objetivo: Que los niños aprendan que La Palabra nos revela nuestra condición y debemos responder a eso, para ser transformados por Dios.

Objetivo: Que los niños estimen la importancia que tiene el sacrificio de Jesucristo por medio del ejemplo de Josías y la celebración de la Pascua.

La semana pasada vimos cómo Josías tenía una urgencia por agradar a Dios, y la importancia  que le dio a la Palabra, recibirla con humildad y ahora lo veremos obedeciendo. Quitó todos los dioses que fueron adorados no solo en Judá sino en todo Israel, incluso llegando a Samaria.

Celebrando la Pascua
La Pascua es el recordatorio de cómo Dios había librado al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto. Lo que tenían que hacer era tomar un animal sin mancha, sacrificarlo y comerlo juntos con hierbas amargas y pan sin levadura.

Cuando los israelitas salieron de Egipto, Dios había traído un juicio sobre los egipcios y por el corazón endurecido de Faraón, los primogénitos murieron cuando el ángel de la muerte pasó por esta región. El animal tomó el lugar de los primogénitos israelitas y el pan sin levadura  es llevar una vida alejada del pecado.

Así como Dios libró a su pueblo de la esclavitud egipcia, también te la ha librado y a mí de la esclavitud del pecado por medio de Jesucristo.

Dios es santo, santo, santo y aborrece el pecado y eso nos impide tener una relación directa con él. Pero en su infinito amor y misericordia, mandó a su hijo Jesucristo, nuestro Cordero perfecto y sin mancha, para recibir el castigo que nosotros merecíamos: la muerte. Pero al no haber pecado en Él, la muerte no lo pudo derrotar, ¡resucitó al tercer día! Y todos los que hemos creído en esto podemos disfrutar de la vida eterna con Él.

Ya no es necesario sacrificar animales, ni hacer obras para llegar a Dios. Jesucristo fue, es y será suficiente. Y es por eso que nosotros celebramos la cena del Señor y recordamos que Él es el pan de vida y que su sangre fue derramada para librarnos del pecado y convertirnos en hijos de Dios.

Sigamos el ejemplo de Josías obedeciendo su Palabra y celebremos lo que Jesucristo hizo por nosotros hace más de dos mil años.

Versículo a memorizar
Pues, cada vez que coman este pan y beban de esta copa, anuncian la muerte del Señor hasta que él vuelva.
1 Corintios 11:26 (NTV)





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