¡No te rindas!

¡No te rindas!
(Clase para el domingo 11 de marzo de 2018)



Algunos tips para tu meditación:

A) Marca los puntos significativos para enfatizar.
B) Subraya las palabras o ideas que necesitan más explicación.
C) Puedes hacer anotaciones al margen de tu Biblia.

Tema: ¡No te rindas!
Pasaje: Nehemías 12 y 13

Nota:
***Este domingo concluiremos el libro de Nehemias, nos enfocaremos en el capítulo 12, y al final solo mencionaremos del capítulo 13 que Dios siempre mostró su misericordia y amor hacia su pueblo y que su mano nunca fue quitada de ellos. Los niños deben saber que hemos terminado Nehemias y que pronto empezaremos una nueva serie, invítalos a continuar asistiendo a la iglesia para saber de qué se trata.

Clase:
Hay un reencuentro entre el pasado y el presente con las generaciones de Jesúa (sumo sacerdote) Esdras y Nehemías. 

Aparecen los sacerdotes (mediadores entre Dios y los hombres) y los levitas (hacían los sacrificios, alababan y daban acciones de gracia). 

Ahora no necesitamos mediadores porque Cristo es nuestro mediador y nosotros somos real sacerdocio para anunciar el poder de Dios [1 Pedro 2:9]. Y, así como los levitas, en Cristo vemos cómo se sacrificó a sí mismo como ofrenda a Dios [Efesios 5:2] y cómo eso nos permite alabar, cantar y dar gracias por todo al Señor [Efesios 5:19-20]

Ne 12:12 Había alabanza perpetua en Jerusalén como lo había mandado David [1 Crónicas 24]
En los versículos 27-30 se comienza a preparar la celebración: aparecen los instrumentos musicales y se purifica al pueblo y al muro. 
Una vez terminada la preparación, es tiempo de es necesario detenerse una vez que se ha terminado la obra para celebrar y adorar a Dios (versículos 31-32). 

No solo hay que adorar al terminar la obra, sino en todo momento [Esdras 3:11, Esdras 6:16, Nehemías 12:43]. 

Ahora, hay un punto muy importante en esta celebración, ¿ya se dieron cuenta dónde estaba el pueblo? ¡EN la muralla! 
Tobías había dicho que si una zorra se subía en el muro lo derrumbaría. Ahora todo el pueblo está en él cantando, danzando y celebrando la gracia de Dios (Nehemías 4:3)

Fue tanto su gozo y alegría que incluso los pueblos vecinos lo notaron. 

Pero, ¿y si aún no he llegado a la meta? ¿Y si estoy en prueba no puedo alabar a Dios? 
Cuando llegamos a la meta y tenemos la victoria es fácil celebrar, estar contentos y agradecidos pero durante la prueba podemos llegar a desanimarnos y desesperarnos, pero debemos hacer todo lo contrario: PERSEVERAR, CONTINUAR Y ESPERAR. 
Pero para lograrlo necesitamos estar motivados, ¿cuál es nuestra motivación? Ap 21:7 

Un ejemplo es Pablo quien, estando preso, le escribió a los Filipenses: 
“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”
Filipenses 3:12-14

Sin importar dónde te encuentres hoy, recuerda que tienes un Dios que es y será fiel en la prueba, que te ama y que merece toda la alabanza y adoración. Ese gozo debe ser tan grande que nuestros vecinos (amigos, familiares y cualquier otra persona que esté a nuestro alrededor) puedan llegar a verlo. 

Versículo a memorizar:
Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense!
Filipenses 4:4 (NTV)

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