Jesús es nuestro mediador
Jesús es nuestro mediador
(Clase para el domingo 18 de noviembre del 2018)
Pasaje: Job 8-10
Comencemos recordando cuál es el nombre más grande sobre toda la tierra, el más importante de todos, el nombre que es sobre todo nombre... sin duda alguna es Jesús.
Hemos aprendido muchos atributos de Jesús, no solo porque lo hemos enseñando aquí en Club Semilla sino porque nosotros mismos hemos podido conocer tan de cerca a Jesús que sabemos quien es él.
Involucra a los niños en listando algunos atributos y características de Jesús, por ejemplo:
Él es nuestro mejor amigo
Él es el hijo de Dios
Él es eterno
Él es incomparable
El es bueno, Santo, justo, misericordioso, etcétera
Pero existe una característica que aprenderemos este día y que es muy importante para poder entender cómo es que hemos recibido salvación y perdón de nuestros pecados.
Esa característica es que Jesús es nuestro MEDIADOR.
¿ a qué les suena la palabra “mediador”? Podría sonar a que está en medio de dos cosas, y es así. Cuando Jesucristo resucito no solo se fue al cielo a “descansar” sino que ahora mismo está intercediendo (rogando) por nosotros a Dios.
Pero, ¿por qué es importante conocer esta característica de Jesús cuando estamos viendo la historia de Job?
En los capítulos 8-10 conoceremos al segundo amigo de Job: Bildad quien, al igual que Elifaz, no logró darle consuelo sino que quiso explicarle a Job cómo era Dios y qué debía hacer Job para obtener perdón y paz. Bildad quería darle una religión a su amigo y no una relación.
Job se sentía tan triste y desesperado que se frustraba ante la imposibilidad de encontrar a alguien que pudiera presentar su caso delante de Dios y poder ser reconciliado.
Para tener una relación con Dios no se necesitan reglas ni ceremonias, sino confiar que el sacrificio de Jesucristo es suficiente para poder presentarnos delante de Dios y disfrutar de su presencia.
Jesús es quien extendió los cielos en el principio de los tiempos, quien caminó sobre el mar y quien hizo grandes e incomprensibles maravillas. Él se puso entre el hombre y Dios para darnos paz y traer reconciliación.
Versículo a memorizar:
“Cristo sufrió por nuestros pecados una sola vez y para siempre. Él nunca pecó, en cambio, murió por los pecadores para llevarlos a salvo con Dios. Sufrió la muerte física, pero volvió a la vida en el Espíritu.”
1 Pedro 3:18 (NTV).
Comentarios
Publicar un comentario