Jesús entra a Jerusalén

 Jesús entra a Jerusalén 

(Clase del 23 de enero del 2022)



CLASE DOMINGO 23 ENERO


Tema : Jesús entra a Jerusalén

Pasaje: Mateo 21

Objetivo: Que los niños recuerden es el Rey de nuestro corazón y busca fruto en el.


Intro: En Mateo 21 comienza la narración de la última Semana de la vida del Señor Jesús aquí en la tierra. Y hoy estudiaremos algo muy especial, porque Jesús se va a presentar públicamente, es decir, va a anunciar su llegada a Jerusalén de una forma muy particular. Veamos!!


1) Jesús entra a Jerusalén como Rey de Paz.

v. 1- 11

El Señor Jesús ya les había anunciado a sus discípulos que El debía ir a Jerusalen para hacer la voluntad de Dios. Les había dicho que moriría y resucitará, ellos ya habían escuchado el plan, pero no lo habían entendido, sólo acompañaban el Señor y tenían también el mismo deseo que todos, que Jesús los salvará de la situación tan difícil que vivían. 

Jesús y sus discípulos llegaron al pueblo de Betfagé y se detuvieron junto al Monte de los Olivos, ya muy cerca de la ciudad de Jerusalén. Al llegar allí, Jesús dijo a dos de sus discípulos: «Vayan a ese pueblo que se ve desde aquí. Tan pronto como entren, van a encontrar una burra atada, junto con un burrito. Desátenlos y tráiganmelos. Si alguien les dice algo, ustedes responderán: “El Señor los necesita; enseguida se los devolverá."

Que extraño! ¿Pará qué necesitaba Jesús un burrito? Pero este momento ya estaba escrito por los Profetas, cuando el Mesías llegara, El vendría de una forma especial, muy sencilla y humilde: «Díganle a la gente de Jerusalén: ¡Miren, ahí viene su rey! Él es humilde, viene montado en un burro, en un burrito.» 

Los discípulos llevaron la burra y el burrito, y pusieron sus mantos sobre ellos. Jesús se montó y fue hacia Jerusalén. 

Muchas personas empezaron a extender sus mantos en el camino por donde iba a pasar Jesús. Otros cortaron ramas de árboles y también las pusieron como alfombra en el suelo. Y toda la gente, tanto la que iba delante de él como la que iba detrás, gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David, que significa: ¡Sálvanos, Mesías nuestro! ¡Bendito tú, que vienes en el nombre de Dios! Por favor, ¡sálvanos, Dios altísimo!» 

Había un gran alboroto, muchos cantos y alegría. 

Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, toda la gente se preguntaba: —¿Quién es este hombre? Y los que venían con Jesús contestaban: —¡Es Jesús, el profeta! Él es de Nazaret, el pueblo de Galilea.

Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, fue al templo y encontró un gran desorden y empezó a sacar a todos los que estaban vendiendo y comprando cosas. Derribó las mesas de los que cambiaban dinero de otros países por dinero del templo, y también tiró los cajones de los que vendían palomas. Y les dijo: «Dios dice en la Biblia: “mi casa será llamada: ‘Casa de oración’.” Pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones.» 

Jesús es Dios y es el Rey, El tiene toda la autoridad de arreglar las cosas que están mal y poner orden en donde se necesita. Le Templo era un lugar para buscar a Dios y se había convertido en un negocio, y eso es lo que Jesús dijo que estaba mal, muy mal. 

Luego algunos ciegos, y otros que no podían caminar, se acercaron a Jesús, y él los sanó porque para eso vino Jesús, para sanar, ayudar y salvar!! 

Los sacerdotes principales y los maestros de la Ley se enojaron mucho al ver los milagros que él hacía, y al oír que los niños le gritaban alabanzas a Jesús, el Mesías. Ellos no entendían, no les agradaba que Jesús cambiará las cosas, pero todo eso necesitaba un verdadero cambio.


Jesús viene a nuestro corazón  y nosotros lo recibimos como nuestro Rey con mucho gozo, y nuestro Rey quiere ayudarnos y limpiarnos de todo aquello que nos impide estar cerca de El, nuestro pecado, no debemos enojarnos, sino permitir que venga y quite lo que no le agrada, para que nuestro corazón sea una morada lista para El, donde esté muy a gusto.


2) Buscando fruto

v. 18-22

Muy de mañana, Jesús fue otra vez a la ciudad de Jerusalén. En el camino tuvo hambre, y vio por allí una higuera. Pero cuando se acercó, no encontró ningún higo para comer. El árbol solo tenía hojas. Entonces, Jesús le dijo: «¡Nunca volverás a dar higos!» En aquel mismo instante, el árbol se secó!!!!

Jesus tiene autoridad y poder sobre la naturaleza, verdad? Porque una vez más, El es Dios!!! Y esta buscando que los suyos tengan fruto, que no sólo sean apariencias, hojas y nada más!! Dios nos ha regalado nueva vida al creer en Jesús y quiere que permanezcamos en El para dar buenos frutos, no sólo como esos maestros de la Ley que parecía que amaban a Dios pero no era cierto, sólo eran apariencias. Jesús quiere que sus hijos tengan Sus frutos para compartir con otros, así como una higuera, da higos no para sí misma, sino para los demás, así nuestra vida puede dar amor, compasión, paciencia, paz a los demás, entonces el Señor se agradará de llegar y ver cuanto nos parecemos a El!!! 


Y cuando los discípulos vieron lo que pasó, se asombraron y preguntaron a Jesús: —¿Cómo fue que el árbol se secó tan rápidamente? Jesús les contestó: —Les aseguro que si ustedes tienen confianza y no dudan del poder de Dios, todo lo que pidan en sus oraciones sucederá.


Dios nos asegura que sí creemos en El, nuestras oraciones son escuchadas, porque hacemos su voluntad, así como Jesús.

Hoy aprendimos que Jesús es el Rey y Señor de todo, pero principalmente lo quiere ser de tu corazón, para ayudarnos a dar muy buenos frutos para Su Gloria!!!

Nuestra oración será : ¡Salvanos Rey Jesús, de ser solo apariencia, ayúdanos a ser comoTu, llenos de frutos para tí y los demás! 


Verso a memorizar:

Filipenses 1:11

"Llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios."



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