Honrando a mamá

 Título de la Clase: Honrando a mamá



Objetivo: Que los niños comprendan el profundo amor y respeto que Jesús tenía por su madre María. Jesús es Dios y hombre, y como hombre nos enseña cómo honrar a nuestras madres.


Desarrollo de la Clase (Aproximadamente 30-40 minutos):


(5 minutos) Introducción:

  • Comienza dando la bienvenida a los niños

  • Pregúntales a los niños: "¿Quién tiene la mejor mamá del mundo?" (Seguramente todos levantarán la mano).

  • Pregúntales a los niños: "¿Que hace a su mamá tan especial?"

  • Ser sensibles con los niños que no tienen mamá o no están con ellos y explicar que en la clase de hoy veremos el regalo de Jesús para el mundo.

  • Explica que hoy hablarán de una relación muy especial entre un hijo y su mamá: Jesús y María.


(10 minutos) La Niñez de Jesús y el Amor de María:

  • Muestra imágenes de Jesús niño con María.

  • Pregunta: "¿Cómo creen que era Jesús de niño? ¿Qué le enseñaba María?" 

  • Desde que Jesús era un bebé, María lo cuidó con mucho amor. Lo abrazaba, le cantaba canciones y le enseñaba sobre Dios. Jesús creció siendo un niño bueno y obediente, y siempre respetó y quiso mucho a su mamá.

  • Comparte brevemente cómo María cuidó a Jesús, lo vio crecer y lo amó incondicionalmente. Puedes mencionar pasajes como Lucas 2:41-52 (el niño Jesús en el templo) resaltando la preocupación y el amor de María.

  • Como cualquier niño, Jesús amaba mucho a su mamá.


(10 minutos) Jesús Siempre Cuidó a Su Mamá:

  • Habla sobre cómo Jesús, incluso cuando creció y comenzó su ministerio, siempre se preocupó por su madre.

  • Menciona cómo María lo acompañó en algunos momentos importantes:

    • Las Bodas de Caná (Juan 2:1-12): Este fue el primer milagro público de Jesús. María estaba en una boda donde se acabó el vino, lo cual era una gran vergüenza para los novios. Ella se acercó a Jesús y le dijo: "No tienen vino". Aunque Jesús inicialmente respondió que aún no era su tiempo, María, con mucha fe, les dijo a los sirvientes: "Hagan todo lo que él les diga". ¡Y Jesús convirtió el agua en vino! Aquí vemos la fe de María y cómo confió en su Hijo.

    • Durante su ministerio público: Aunque los evangelios no siempre mencionan a María en cada evento, sabemos que ella estuvo cerca de Jesús en algunos momentos. Por ejemplo, en una ocasión, mientras Jesús estaba enseñando a una multitud, le avisaron que su madre y sus hermanos estaban afuera y querían hablar con él (Marcos 3:31-35). Jesús aprovechó este momento para enseñar que su verdadera familia eran aquellos que hacían la voluntad de Dios, pero esto no significa que no amara a su madre; al contrario, seguramente María lo acompañó y lo apoyó en su importante labor.

    • Al pie de la cruz (Juan 19:25): Este fue un momento de inmenso dolor para María. Ella estuvo presente cuando Jesús fue crucificado. Imagina el sufrimiento de una madre al ver a su hijo pasar por algo tan terrible. Su presencia allí demuestra su profundo amor y fidelidad hacia Jesús, incluso en el momento más oscuro. Fue en este momento, como vimos en la devocional, que Jesús se preocupó por ella y la confió al cuidado de su discípulo Juan.

    • Estos son solo algunos ejemplos de cómo María acompañó a Jesús en momentos importantes de su vida. Su amor, fe y apoyo fueron un gran regalo para él. Así como María estuvo allí para Jesús, nuestras mamás también están ahí para nosotros en los momentos buenos y en los difíciles. ¡Qué importante es valorarlas y amarlas!

  • Nuestras madres siempre nos acompañan en los momentos más importantes de nuestra vida, y el amor de un hijo por su madre nunca desaparece, incluso cuando crecemos y nos volvemos adultos, aunque crezcas, ¡no olvides a tus padres!


(10 minutos) El Regalo de Jesús en la Cruz: Juan 19:26-27

  • Abre la Biblia en Juan 19:26-27.

  • “Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba allí, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.”

    • ¿Se dan cuenta? Jesús, aunque estaba sufriendo mucho, se preocupó por su mamá y se aseguró de que tuviera a alguien que la cuidara y la amara cuando él ya no estuviera. Le regaló a su amigo Juan como un nuevo hijo para que la acompañara.

    • Esto nos enseña algo muy importante sobre Jesús: ¡él siempre pensaba en los demás y los amaba mucho, especialmente a su mamá!

    • Y esto también nos enseña sobre nuestras propias mamás. Ellas nos aman, nos cuidan y se preocupan por nosotros todos los días. Al igual que Jesús amó a María, nosotros también debemos amar y respetar a nuestras mamás. Debemos ser agradecidos por todo lo que hacen por nosotros.

  • Aunque Jesús le dio a María el hermoso regalo de dejarla al cuidado de Juan; el regalo más grande que Jesús ofreció, no solo a María sino a toda la humanidad, fue su propio sacrificio en la cruz.

  • Imagina por un momento la perspectiva de María. Ella vio a su hijo crecer, lo amó profundamente, lo apoyó en su misión y creyó en él. Presenciar su sufrimiento y muerte en la cruz debió ser el dolor más inmenso que una madre podría experimentar. 

  • El sacrificio de Jesús en la cruz no fue un acto de derrota, sino de amor supremo y victoria sobre el pecado y la muerte. Aquí te explico por qué fue el regalo más grande:

    • Redención del pecado: La Biblia nos enseña que todos hemos pecado y que el pecado nos separa de Dios. El sacrificio de Jesús fue el pago justo por nuestros pecados. Al morir en la cruz, él tomó sobre sí la culpa de todos nosotros, ofreciendo perdón y la posibilidad de reconciliación con Dios. Este regalo de la redención es invaluable para cada persona en el mundo.

    • Victoria sobre la muerte: La muerte es el final natural de la vida terrenal. Sin embargo, Jesús, al resucitar de entre los muertos tres días después de su crucifixión, demostró su poder sobre la muerte. Su sacrificio abrió el camino a la vida eterna para todos aquellos que creen en él. Para María, aunque experimentó el dolor de su muerte, la resurrección fue la confirmación de todo lo que Jesús había dicho y la promesa de un futuro reencuentro en la gloria.

    • Amor incondicional demostrado: El sacrificio de Jesús en la cruz fue la máxima expresión del amor de Dios por la humanidad. Él entregó a su único Hijo para que nosotros pudiéramos tener vida eterna.

    • Un nuevo pacto con Dios: A través de su sacrificio, Jesús estableció un nuevo pacto entre Dios y la humanidad, basado en la gracia y la fe, no en la ley. Este nuevo pacto ofrece una relación directa y personal con Dios para todos.

  • En resumen, aunque el cuidado de Juan fue un acto de amor y consideración personal hacia su madre, el sacrificio de Jesús en la cruz tuvo un alcance universal y eterno. Fue el acto que hizo posible la salvación, el perdón de los pecados y la vida eterna para toda la humanidad, incluyendo a su amada madre María. Su dolor en la cruz fue inmensamente significativo porque fue el preludio a la mayor victoria y al regalo más grande jamás ofrecido.


(5 minutos) Aplicación y Oración:

  • Pregunta a los niños: "¿Qué podemos aprender del amor de Jesús por María para nuestras propias mamás?" (Guíalos a pensar en ser obedientes, ayudar en casa, decir "te amo", dar abrazos, etc.).

  • Termina con una oración, agradeciendo a Dios por nuestras madres y pidiendo que las bendiga siempre, así como Jesús bendijo a la suya.

  • Agradezcamos por el mejor regalo que hizo Jesús al mundo.

  • Llevar a los niños al arrepentimiento por las cosas malas que han hecho, no solo a sus padres, sino a Dios.

  • Recibir su perdón y salvación.


Consejos para guiar la oración con niños:

  • Sé sencillo y directo: Usa un lenguaje que los niños puedan entender fácilmente.

  • Haz pausas: Permite tiempo para que los niños piensen y formulen sus propias palabras en la oración.

  • Ofréceles ejemplos: Dales ideas de cosas por las que pueden orar (agradecimiento, peticiones por sus mamás, por otros, etc.).

  • Anímales a orar en voz baja o en su corazón: Algunos niños pueden sentirse tímidos de orar en voz alta.

  • Valida sus oraciones: Asegúrate de que sientan que sus oraciones son importantes, sin importar lo simples que sean.

  • Sé un modelo: Ora con ellos y deja que te escuchen.


Versículo para memorizar:

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."

Juan 3:16


Versículo para mamá:

Sus hijos y su esposo

la alaban y le dicen:

«Mujeres buenas hay muchas,

pero tú eres la mejor de todas.»

Proverbios 31:28-29


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