Volveremos a vivir!
Volveremos a vivir!
(Clase para el domingo 27 de agosto de 2017)
Algunos tips para tu meditación:
A) Marca los puntos significativos para enfatizar.
B) Subraya las palabras o ideas que necesitan más explicación.
C) Puedes hacer anotaciones al margen de tu Biblia.
Clase
Tema: Volveremos a vivir!!
Pasaje: 2 Reyes 20:1-11
Objetivo: Que los niños recuerden que Jesús nos prometió vida eterna y los que hemos creído, viviremos para siempre con El.
Intro: Alguna vez te has sentido enfermo? Has tenido que ir al doctor? No es nada lindo estar enfermo, verdad?
Hoy continuaremos la historia de Ezequias, pero ahora está enfermo, veamos que fue lo que pasó...
1) Crisis en la enfermedad.
2 Reyes 20: 1-3
El rey Ezequías amaba a Dios, hacia lo correcto y agradable delante de Dios y Dios lo bendecia. Pero se enfermo, como todos nosotros, porque nuestro cuerpo es vulnerable a las enfermedades, es decir, nuestro cuerpo es frágil, se puede cortar, lastimar y enfermar. Y eso le pasó a Ezequías, pero el enfermo muchísimo y vino el profeta Isaías a visitarlo, Isaías le traía un mensaje al rey, y le dijo que Dios lo mando para decirle que no sanaría de su enfermedad, sino que moriría. Se imaginan que difícil? Saber que pronto morirás no es una bonita noticia. Les gustaría saber eso? Que puede producir esa noticia? Pues miedo, angustia, tristeza, hasta enojo, nadie quiere morir en una enfermedad, todos queremos recuperarnos, aunque tengamos que tomar medicinas o inyecciones, pero queremos estar bien y no morir.
Ezequías también sintió todo eso y lloro mucho, pero no lloro con Isaías, sino que se puso a orar y a hablar con Dios. Ezequías abrió su corazón con Dios y le pidió ayuda, el nombre quería morir aún, el sabía que Dios lo escuchaba y que lo amaba, pero en ese momento causó una crisis, un problema y Ezequías hizo lo correcto, solo Dios puede ayudarnos en nuestra debilidad.
A veces es difícil entender los planes de Dios, porque tenemos que pasar dolor o porque tarda su respuesta, pero Dios es más sabio que nosotros y conoce nuestro presente y nuestro futuro, así que como Ezequías, debemos confiar en El y orar, decirle a Dios todo lo que sentimos, miedo, tristeza o enojo y El nos escucha y nos consuela, El también nos responde y nos enseña a confiar más en esos tiempos difíciles.
2) La respuesta de Dios.
2 Reyes 20:4-11
Isaías dejo al rey y al salir de la casa, Dios le volvió a hablar, para que le llevará un mensaje a Ezequías.
" He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas y yo te sano y añadiré 15 años mas a tu vida y te cuidare a ti y a la ciudad, por amor a mí mismo y a David mi siervo"
Isaías le dió el nuevo mensaje al rey y este se puso muy feliz y fue sano.
Ezequías vivió 15 años más y después murió y reino su hijo Manasés.
Todos nosotros en algún momento vamos a morir, nuestro cuerpo no es inmortal, pero saben algo? Nuestro espíritu si.
En nosotros hay espíritu, es con lo que podemos hablar con Dios y sentir que está con nosotros, es nuestro espíritu el que tiene fe y gozo y esperanza, es nuestro espíritu el que le dijo a Jesús, yo quiero que entres en mi corazón y Jesús nos dió vida y ya no nos sentimos solos. Jesús nos dió una nueva vida y eso significa que cuando nuestro cuerpo muera, nuestro espíritu seguirá vivo para ir con Jesús al cielo. Esta es nuestra gran esperanza, un día estaremos con Jesús para siempre, y ya no habrá más muerte, ni dolor, ni lágrimas, porque El lo prometió así en Juan 11:25 "Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque este muerto, vivirá"
Cuando recibí.os a Jesús en nuestro corazón, porque hemos entendido que nuestros pecados solo nos llevan a la muerte y necesitamos que Jesús nos salve y nos perdone, El nos limpia y nos rescata del castigo por el pecado y nos regala vida eterna.
Tu quieres pedirle esto al Señor? Qué hoy te perdone y venga a vivir a tu corazón? Jesús quiere hoy regalarte vida eterna.
( Oremos con los niños que quieran recibir a Jesús)
Aunque nuestro cuerpo se desgaste, nuestro espíritu vivirá para siempre con Jesús.
Verso a memorizar:
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.”
Juan 11:25
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