Dios ayuda a sus hijos a ser sabios
Dios ayuda a sus hijos a ser sabios
(Clase para el domingo 4 de febrero de 2018)
A) Marca los puntos significativos para enfatizar.
B) Subraya las palabras o ideas que necesitan más explicación.
C) Puedes hacer anotaciones al margen de tu Biblia.
Tema: Dios ayuda a sus hijos a ser sabios
Pasaje: Nehemias 6 y 7
Una vez que el conflicto entre los judíos se había arreglado, el pueblo estaba listo para terminar la construcción del muro. El trabajo estaba casi terminado, ya solo faltaba colocar las puertas de la ciudad. Sanbalat, Tobías y Gesem – enemigos de Nehemías y del pueblo – mandaron decir que querían reunirse con Nehemías a unos 30 km de Jerusalén, todo parecía indicar que era una reunión amistosa, pero Dios sabía lo que había en sus corazones y guió a Nehemías a tomar la decisión correcta.
Nehemías sabía que la obra que se le había encomendado era importante, noble y que engrandecería el nombre de Dios por lo que decidió enfocarse en eso y el Señor le permitió decir que no ante la invitación.
A pesar de la insistencia (pues cuatro veces mandaron el mismo mensaje) la respuesta de Nehemías se mantuvo con firmeza.
Para la quinta ocasión decidieron amenazarlo abiertamente mandando una carta que todos pudieran leer donde hablaban mentiras sobre Nehemías que podía provocar problemas con el rey Artajerjes. Nehemías sabía que lo único que querían era desanimarle, por lo que hizo lo que mejor sabía hacer: orar. Pidió fortaleza, y el Señor escuchó y contestó su petición.
Pero el enemigo no se iba a dar por vencido, así que ahora entró un hombre llamado Semaías que fingió tener miedo de los enemigos y quería que Nehemías pecara con tal de “salvar su vida”. Una vez más Nehemías no cedió y oró.
Finalmente llegó el momento que tanto se había esperado, ¡el muro había quedado terminado! Lo que no se había podido hacer en 100 años se logró en 52 días.
Aunque el muro había sido terminado, era necesario que se siguiera velando y orando y es lo mismo que debemos hacer en nuestro caminar en santidad.
Tal vez se te haga aburrido leer todos los nombres que aparecen en este capítulo, pero ¿te imaginas saber que tu nombre está escrito en la Biblia? ¡Sería increíble! Y aunque ya no podemos hacer nada para aparecer en ella, hay un libro donde sí debemos preocuparnos por estar y es en el libro de la vida. La única manera de lograr estar ahí es por medio de Jesucristo.
* Usemos esto como una oportunidad para recordarles el Evangelio a los niños. *
Versículo a memorizar.
Creo en tus mandatos; ahora enséñame el buen juicio y dame conocimiento.
Salmos 119:66 (NTV)
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