Una obra hermosa en un corazón pequeño
Una obra hermosa en un corazón pequeño
(Clase para el domingo 6 de octubre del 2019)
Pasaje: Salmos 47 y 48
Objetivo: Que los niños sepan que Dios puede hacer una hermosa obra en su vida aún siendo pequeños.
Lleva un mapa grande y platica con los chicos acerca de los diferentes lugares que conozcan. Mientras más grandes sean los niños más continentes y países podrán ubicar. Hazles meditar en lo grande que es el mundo y la gran cantidad de países y ciudades que lo conforman. Incluso, puedes hacer algún juego en el que tengan que ubicar en el mapa países, océanos, ciudades, continentes, etc.
Después de esto comienza a hablarles de l pequeña ciudad de Jerusalén, el objetivo es que los chicos puedan hacer conciencia de lo pequeña que está es. Quizás podemos hacer comparativos con nuestro país o ciudad para que los niños puedan tener una referencia conocida y así dimensionar su tamaño.
Por ejemplo:
Superficie de Jerusalén: 125 km2
Superficie de la Ciudad de México: 1,485 km2
La Ciudad de México es ¡11 veces más grande que Jerusalén!
*puedes investigar datos de población y algunos otros datos que hagan referencia a lo pequeñita que es Jerusalén.
Ahora que tenemos esta información y podemos dimensionar su tamaño tan pequeñito vamos a entrar a estudiar Salmo 47 y 48.
Esta vez iremos de atrás para adelante. Comenzaremos con el salmo 48.
En los primeros versículos se nos describe Jerusalén como la ciudad de nuestro Dios, una hermosa provincia, el gozo de toda la tierra. Esta es una increíble descripción considerando que Jerusalén es una ciudad tan pequeñita. Y a partir del versículo 4 vemos cómo Dios la defiende y la cuida. Esto nos hace pensar en el gran amor que el Señor ha tenido, tiene y tendrá por esta tierra a lo largo de toda la historia. Dios decidió amar este lugar no por lo hermosa o grande que está sea sino porque él quiso amarla y cuidarla.
Eso nos hace pensar en cada uno de nosotros y en especial de los niños y niñas que están escuchando esta clase. No importa lo pequeños que seamos, el Señor quiere hacer una obra hermosa en nuestros corazones. Él quiere transformar nuestras vidas y hacer de nuestros corazones un lugar donde él pueda habitar para siempre y ser nuestro refugio.
Cuando entendemos la obra tan maravillosa que Dios quiere hacer en nuestras vidas e incluso cuando vemos que el Señor ya lo está haciendo podemos responder en alabanza a él como agradecimiento por todo lo que ha hecho en nuestras vidas. Léanos el salmo 47. Allí tenemos un hermoso ejemplo de cómo podemos hacerlo... Dios nos ha regalado la voz para cantarle, manos para aplaudirle, todo nuestro ser para darle la gloria. A una a los niños a aprovechar su tiempo para alabar a Dios porque él es bueno y está haciendo una increíble obra en sus pequeños corazones.
Versículo a memorizar:
“¡Vengan todos! ¡Aplaudan! ¡Griten alegres alabanzas a Dios! Pues el SEÑOR Altísimo es imponente; es el gran Rey de toda la tierra.”
Salmos 47:1-2 NTV
*Niños pequeños solo versículo 1*
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