Su gracia nos transforma

(Clase del domingo 29 de mayo del 2022)

Tema : Su Gracia me transforma!

Pasaje : 2 Corintios 5:17

Objetivo: Que los niños entiendan que, ya que la Gracia nos salvó, nosotros respondemos a ese amor activamente, en obediencia a Sus mandatos y eso es Santificación. 

Intro :  ¿Quién recuerda la historia que vimos la semana pasada? Si, Mefiboset encontró Gracia en el Rey David y su vida cambió por completo. El nunca volvió a ser el mismo de antes.

Hoy veremos otra historia similar, Pablo un hombre que era perfecto ante los ojos de los hombres, pero delante de Dios, estaba vacío y necesitado de la Gracia. 

1) Un gran cambio. Hechos 22

Pablo fue un fariseo perseguidor de los seguidores de Jesús y varias veces platicó su historia de quien era y como Jesús se atravesó en su vida y la cambió por completo. 

«Yo soy judío. Nací en la ciudad de Tarso, pero crecí aquí en Jerusalén. Mi maestro fue Gamaliel, y me enseñó a obedecer la ley. Siempre he tratado de obedecer a Dios, pero no lo conocía. Antes buscaba por todas partes a los seguidores del Señor Jesús, para matarlos, creía que así agradaba a Dios. A muchos de ellos, hombres y mujeres, los atrapé y los metí en la cárcel. Los líderes religiosos me dieron cartas para atraparlos. Yo fui a Damasco para traerlos a Jerusalén y castigarlos. Todavía estábamos en el camino, ya muy cerca de Damasco, cuando de repente, como a las doce del día, vino del cielo una fuerte luz y todo a mi alrededor se iluminó. Caí al suelo, y escuché una voz que me decía: “¡Saulo! ¡Saulo! ¿Por qué me persigues?” 

»Yo pregunté: “¿Quién eres, Señor?” 

»La voz me dijo: “Yo soy Jesús de Nazaret. Es a mí a quien estás persiguiendo.” 

Entonces pregunté: “Señor Jesús, ¿qué debo hacer?” 

»El Señor me dijo: “Levántate y entra en la ciudad de Damasco. Allí se te dirá lo que debes hacer.” 

Mis amigos me llevaron de la mano a Damasco, porque la luz me había dejado ciego. Allí en Damasco había un hombre llamado Ananías, que amaba a Dios y obedecía la ley de Moisés.  Ananías fue a verme y me dijo: “Saulo, amigo, ya has recobrado la vista.” 

»En ese mismo instante recobré la vista, y pude ver a Ananías. Entonces él me dijo: “El Dios de nuestros antepasados te ha elegido para que conozcas sus planes. Él quiere que veas a Jesús, quien es justo, y que oigas su voz. Porque tú le anunciarás a todo el mundo lo que has visto y lo que has oído. Así que, no esperes más; levántate, bautízate y pídele al Señor que perdone tus pecados.”

A partir de ese día, Pablo recibió a Jesús y nunca más volvió a ser el mismo, Dios le reveló Su verdadera voluntad, le enseño a amar y servir, a entender Su gran amor y a compartir de ese amor con todos los demás!!! 

Pablo escribió en 1 Timoteo 1:12-16 "Le doy gracias a nuestro Señor Jesucristo, porque ha confiado en mí y me ha dado fuerzas para trabajar por él. Antes yo ofendía a Jesucristo, lo perseguía y lo insultaba. Aun así, él confió en mí. Y es que Dios fue bueno conmigo y me perdonó, pues yo todavía no creía en Cristo ni sabía lo que estaba haciendo. Nuestro Dios me amó mucho y me perdonó: por medio de Jesucristo me dio confianza y amor. Esto es verdad, y todos deben creerlo: Jesucristo vino a este mundo para salvar a los pecadores del castigo que merecen, ¡y yo soy el peor pecador de todos! Pero Dios fue bueno y me salvó. Así demostró la gran paciencia que Jesucristo tuvo conmigo. Lo hizo para que otros sigan mi ejemplo, y confíen en Cristo para tener vida eterna."

La vida de Pablo cambió, el predicaba que la Gracia de Dios transformó su vida y ahora vivía para servir a Jesús realmente, ya no vivía Pablo, ahora vivía Jesús en el y hasta el día de su muerte demostró su gratitud a Dios por todo lo que le perdonó y la vida nueva que le regaló. 

2) Santificación, nuestra respuesta a la Gracia de Dios. Fil. 2:12-15

Nosotros hemos recibido a Jesús en nuestro corazón, verdad?  Y ahora Dios mismo vive en nosotros y quiere enseñarnos a vivir esta nueva vida, así como Pablo, dejó todo lo malo que era y hacía, porque Jesús lavo su corazón y entró a vivir en El. Tu y yo tenemos exactamente la misma oportunidad de vivir con Jesús y para Jesús. Y si te preguntas, ¿cómo se hace eso?  La respuesta en muy sencilla, tenemos Su Palabra que nos enseña y a Su Espíritu Santo en el corazón, que nos guía y dirige.

Dios ya nos dio Su vida, por Gracia somos salvos,  verdad? Ahora nos pide que respondamos a Su amor, obedeciendo Su Palabra, porque lo amamos con todo nuestro corazón, platicando con El en oración  y así, poco a poco El nos santifica, es decir, nos hace más parecidos a El, porque el es Santo. Así que cuando obedecemos, nos parecemos a El, cuando perdonamos, nos parecemos a El, cuando compartimos nuestras cosas, nos parecemos a El y así cada día, somos más como Jesús!!! El va transformando nuestro corazón y cambiando poco a poco. 

A eso la Biblia le llama Santificación, que es un proceso de toda la vida, Dios nos va limpiando y enseñando con amor, como una pequeña plantita, que comienza con una semilla y Dios le da vida, pero necesita que tu le pongas agua, la cuides que los bichos no se la coman, y la pongas en el sol para que sus hojas crezcan, para que de fruto o adorne la casa, así es nuestra vida!!

Dios puso la vida en nosotros  cuando nos salvó, pero quiere que participemos en este proceso de crecimiento. Solo pon toda tu obediencia por amor a El y El te ayudará a crecer y ser más como Su Hijo Jesús!!!

Verso a memorizar: 

Filipenses 2:13  NTV

"Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a El le agrada."