Visión y llamamiento de Isaías
📍Tema: Visión y llamamiento de Isaías
📖Pasaje: ISAÍAS 6
✔️Objetivo: Conocer lo que Isaías vio y cómo nosotros podemos ver también al Señor, confesar nuestros pecados y poder ser usados por Él.
➡️Introducción:
La última clase cuando estudiamos Isaías, vimos como Isaías le dolía el pecado del pueblo de Israel, pero por si te habías preguntado ¿Quién es Isaías? ¿Por qué le importa tanto que el pueblo de Israel se vuelva a Dios nuevamente? En este capítulo vamos a saber como fue el llamado de Isaías de parte de Dios y la visión que tuvo.
➡️Clase:
Isaías es un libro de visiones, cuenta lo que Isaías vio con sus propios ojos, cosas increíbles y maravillosas que Dios le reveló.
Visión literalmente significa ver (Acción y efecto de ver). Y en este capítulo vamos a estudiar 4 cosas que Isaías vio:
Isaías vio a Dios (versículos 1-4)
En el año que murió el rey Uzías
Comienza el capítulo situándonos en un tiempo, cuando reinaba el rey Uzías, el cual reinó 52 años y comenzó su reinado a los 16 años, muy joven, ¿verdad?
Su historia la podemos ver en 2 Reyes 15:3 y ahí nos dice que hizo lo bueno delante de Dios, así que fue un buen rey.
En 2 Crónicas 26 nos cuenta como Uzías buscaba a Dios y el Señor le bendijo, pero en el versículo 16 nos cuenta algo muy triste:
Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios,
Cuando Uzías estaba más fuerte, más próspero, más poderoso, pensó que no tenía límites y que podía hacer lo que quisiera.
Pero el desobedecer a Dios tuvo una consecuencia, su cuerpo se llenó de una enfermedad llamada lepra y ese joven que comenzó bien, buscando a Dios, terminó enfermo en una casa apartada hasta el día de su muerte, por desobedecer a Dios.
Nosotros venimos a la iglesia y desde muy jóvenes hemos aprendido de Dios y lo que a él le agrada, tengamos cuidado que así como comenzamos, terminemos, que no porque seamos grandes y fuertes pensemos que podemos hacer lo que queramos y que no habrá consecuencias.
Es muy triste haber empezado bien, vivir como a Dios le agrada durante muchos años y por una desobediencia manchar todo lo bueno que hemos hecho y vivido y terminar solos y en pecado.
Vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.
Isaías nos cuenta su visión, una visión impresionante del trono de Dios, hermoso, grandioso, enorme, pero ese trono no estaba vacío, el Señor estaba sentado sobre el trono.
El Señor está en el trono, Él reina y no hay nada que pase en la tierra que no esté bajo su control.
La Biblia dice en Juan 1:18
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Entonces si la Biblia dice que a Dios nadie le vio jamás, entonces, ¿a quién vio Isaías?
La respuesta es, a Jesús. (Juan 12:36-41)
Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
Isaías no sólo vio el trono de Dios, sino también lo que pasaba a su alrededor.
Por encima de él había seres vivientes de fuego como relámpagos, los cuales tenían alas y cubrían sus rostros y pies.
Qué grandioso, ¿verdad? Que estos seres voladores, poderosos, quieran quedarse en humildad ante el Señor. Si ellos prefieren quedarse con Dios, cuánto más nosotros deberíamos estar buscando su presencia.
Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
Estos seres platicaban entre ellos diciendo, Él es único, diferente, apartado, ¡No hay nadie como Él!
Dios ha vencido, si Dios está con nosotros ¿Quién podría estar contra nosotros? ¡Dios es el vencedor!
La gloria de Dios lo llena todo, su presencia está en todos lados, su soberanía llega a todo lugar.
Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.
Mientras estos seres alababan a Dios, temblaban las puertas del templo, y se llenó todo de su Espíritu.
Isaías vio su condición (versículos 5-7)
Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
La Biblia dice en Éxodo 33:20:
Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
Por esta razón Isaías pensó que estaba muerto.
Reconoce que no es digno de estar ante semejante gloria.
Con sus labios ha mentido, ha vivido con gente pecadora, él es pecador. La boca refleja cómo está tu corazón, así que podemos preguntarnos:
¿De qué habla mi boca?
¿Cómo está mi corazón?
No puede creer que siendo pecador sus ojos hayan visto al Rey de Reyes.
Pero estas palabras de Isaías son la confesión de su pecado, reconoció su condición pecadora.
Nosotros también hemos pecado, pero Dios se ha mostrado a nuestras vidas y muchos de nosotros hemos visto a Dios obrar en nuestras vidas, pero este día me gustaría preguntarte:
¿Has sentido la presencia de Dios?
Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.
Después de confesar su pecado, Dios manda a uno de los serafines y con un carbón más caliente que el ser de fuego, toca sus labios y con esta acción Isaías es limpiado de su pecado.
Isaías no hizo nada para ser limpiado, Dios hizo todo.
Tu no tienes que hacer nada, solo confiesa tu pecado y Dios te limpiará de tu pecado.
El carbón tal vez quemó la boca de Isaías, pero es mejor ese dolor momentáneo que vivir con culpa y lleno de pecado.
Uzías terminó sus días lleno de lepra (que representa el pecado), con dolor y soledad, Isaías terminó sus días siendo perdonado y predicando la palabra de Dios, caminando con el Señor a su lado.
Isaías vio su llamado (versículo 8)
Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
Ahora que el pecado de Isaías fue limpiado, se quedó en el templo y escuchó la voz de Dios.
Así nosotros después de haber sido perdonados, seguimos viniendo a la iglesia para escuchar la voz de Dios.
Isaías estaba limpio, perdonado, y fue ahí cuando escuchó la voz de Dios, así también nosotros, si queremos escuchar la voz de Dios, debemos permanecer limpios.
Isaías responde a la pregunta del Señor, diciendo, aquí estoy, yo voy, pero si tu me envías.
Isaías vio lo que va a suceder (versículo 9-13)
Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.
Y el Señor le responde a Isaías y le dice algo muy confuso, le dice que vaya, que le hable a su pueblo, pero que no entiendan, que su corazón se endurezca, que no lo escuchen y que no quieran ver.
El llamado de Isaías es ir a predicarles de Dios, pero sabiendo que no le van a escuchar, ni le van a creer, qué difícil, ¿verdad?
Si Dios te mandara a predicar al mundo sabiendo que no te van a escuchar, ¿lo harías? ¿Cuánto tiempo aguantarías? Veamos cuánto tiempo le dijo a Isaías.
Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto; hasta que Jehová haya echado lejos a los hombres, y multiplicado los lugares abandonados en medio de la tierra. Y si quedare aún en ella la décima parte, esta volverá a ser destruida; pero como el roble y la encina, que al ser cortados aún queda el tronco, así será el tronco, la simiente santa.
❕Conclusión (Clase para los pequeñitos):
Así como Isaías vio 4 cosas, nosotros igual hemos visto obrar a Dios en nuestras vidas:
Dios se presenta en nuestra vida.
Dios está aquí, en la iglesia, en nuestra casa, en todos lados.
Él está en el cielo reinando con gloria y poder
Pero el día de hoy se presenta en tu vida
Tal vez es la primera vez que escuchas este mensaje y queremos decirte que el día de hoy Dios te ama y quiere adoptarte como su hijo, ¿te imaginas ser hijo del Rey de Reyes?
Tal vez ya conoces al Señor y vienes cada domingo a la iglesia, así que entrega tu vida a Dios y sigue aprendiendo de su palabra, cuida de que cuando crezcas no caigas en pecado ni te apartes de su lado, no hay mejor lugar que estar cerca de Dios.
Ante su santidad nos reconocemos pecadores.
Si nos comparamos los unos a los otros podemos decir que tal vez somos mejores que otros, o que tal vez me porto mal pero no tanto como otros, pero si nos comparamos con Dios podemos ver nuestro pecado, como una mancha negra en un mantel blanco.
Pero por más que tratemos de limpiar esa mancha, no se quita con nada.
La única forma de limpiar nuestro pecado es acercarnos a Dios en humildad, reconociendo quien es Él y confesando nuestro pecado.
Jesús se entregó en sacrificio por nuestros pecado y por medio de su muerte y resurrección nos perdona y nos hace aptos para estar en la presencia de Dios.
¡Ahora podemos escuchar su voz!
Dios te puede usar.
Para escuchar la voz de Dios debemos estar limpios de todo pecado, permanecer a su lado, en la iglesia, en casa leyendo su Palabra, y estar listos para cuando Dios quiera usarnos.
Tal vez seas un predicador, un evangelista, un maestro de la palabra, un misionero, un músico que compone alabanzas a Dios, pero primero debes de querer estar a su lado, buscarle cada día, escuchar su Palabra, dejarte ser guiado por Él y llegará el momento en que Dios te use para su gran propósito de salvación. ¿Quieres que Dios te use? ¡No te apartes de su lado!
Ya recibimos a Jesús, y ahora somos hijos de Dios, pero, ¿Qué sigue?
Pues compartamos de Jesús a todo el mundo, desde nuestra familia, amigos, vecinos, hasta otros estados o países.
Muchos nos van a rechazar, nos ignorarán, o no nos creerán, pero que eso no nos detenga de compartir estas buenas noticias de salvación a todos.
❕Oración:
Que desde pequeños podamos vivir como a Dios le agrada.
Que no se nos olvide lo que hemos aprendido ni cuando seamos grandes.
Reconocer nuestros pecados y recibir a Jesús en nuestro corazón
Escuchar la voz de Dios y permanecer en Él
Que podamos compartir de su Palabra a todo el mundo
💡Verso a memorizar:
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Juan 1:12
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