Una corona que se marchita y una corona de gloria eterna



📍​Tema: Una corona que se marchita y una corona de gloria eterna

📖​Pasaje: Isaías 28


✔️​Objetivo: Que los niños identifiquen si hay soberbia en su corazón y se arrepientan y que su orgullo sea Cristo.


​➡️Introducción: 

 Hoy comenzamos una nueva parte del libro de Isaías donde una palabra se repetirá varias veces durante varios capítulos y esta palabra es la palabra: “Ay”,


¿Sabes qué significa esta palabra?


No es la palabra “Hay” de que hay muchas cosas en una bolsa.

Tampoco la palabra “Ahí” como cuando no encuentras algo y tu mamá te dice “ahí está!”

Sino la palabra “Ay” como cuando te pegas en el dedo chiquito del pie y dices “ay”, como cuando te duele la panza y dices “ay”, como cuando te caes y dices “ay”.


Este “Ay” en la Biblia, es un lamento, una expresión de dolor.


Dios lamenta el hecho que tenga que castigar a su pueblo.


​➡️Clase:

El pueblo de Israel estaba dividido en dos, en el reino del norte y el reino del sur, al reino del norte se le llama también Israel y también se le llamaba Efraín, ya que era la tribu más grande; y al reino del sur, Judá y su capital es Jerusalén.


En este capítulo vamos a ver como Dios le llama la atención al pueblo de Israel, aunque estén divididos pero recibirán cada quien su amonestación conforme lo que han hecho.


  1. La corona de soberbia se marchitará.

    1. El reino del norte había rechazado a Dios y decidieron vivir como ellos querían, pero aunque estaban prosperando y les iba bien, se aprovechaban de los pobres, robaban, y hacían el mal, esto claramente no le agradaba a Dios.

    2.  Además los líderes eran personas borrachas y soberbias, nosotros sabemos que está mal emborracharse, porque tomar alcohol produce peleas, causa vergüenzas, saca lo peor de las personas, termina con amistades y separa familias, así que está mal tomar bebidas alcohólicas.

    3. Tal vez nosotros no nos interesa el vino, hasta feo nos ha de saber, pero hay otra cosa por la cual Dios estaba llamando la atención al pueblo de Israel, y esto es la soberbia.

    4. ¿Sabes qué es la soberbia? En el diccionario es: Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que suele conllevar sentimiento de superioridad. Y nosotros podemos decir que es creerse más que los demás, o incluso, creer que somos mejor de lo que realmente somos.

    5. Cuando ganas un premio por ser el mejor estudiante, o el mejor deportista, sientes orgullo porque te esforzaste y obtuviste un reconocimiento por dar todo de ti, pero ese orgullo puede convertirte en soberbia cuando ves a los demás inferiores a ti, cuándo prefieres recibir aplausos que enseñar y apoyar a otros para que puedan lograr lo que has logrado.

    6. Una persona soberbia piensa que es más listo que los demás, incluso más listo que Dios; puede llegar a pensar que aunque haga cosas malas, que si nadie lo descubre, puede salirse con la suya, que no hay castigo, que no habrá consecuencias.

    7. Dios nos ama y la palabra de Dios dice que: el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. (Heb 12:6)

    8. Si tu eres su hijo, prepárate para recibir corrección si haces algo malo, si eres soberbio y orgulloso.

    9. En este capítulo podemos ver como a Dios le duele castigar a su pueblo en cada “Ay” que podemos leer, pero también podemos ver que es necesario y es por amor, porque somos sus hijos.

    10. Tal vez existe algo que te hace sentir soberbio y orgulloso, puedes pensar que eres el mejor en tu deporte favorito y que nadie está a tu nivel, o tal vez siempre consigues lo que quieres con un berrinche, o tal vez si tu mamá te dice que no, vas con tu papá para que te diga que sí, manipulando a las personas a tu antojo, tal vez mientes tan bien que todos te creen todo lo que dices, tal vez robas cosas de poquito en poquito que nadie te ha descubierto, todas estas cosas no le agradan a Dios y es pecado que tenemos que confesar a Dios y arrepentirnos, para no volver a hacerlo.

    11. Todas estas cosas malas que hacemos es una corona que cargamos, una que nosotros hemos creado, esta es una corona de soberbia que poco a poco se marchita, pero Dios quiere ser nuestra corona, dice el versículo 5:

      1. Cuando llegue ese día, el Señor de los ejércitos
        será una corona de gloria para su pueblo remanente;
        ¡será una diadema de hermosura!

    12. Que Dios sea nuestra corona, si de algo podemos estar orgullosos es de que Cristo nos dio la salvación y una nueva vida, que nos amó tanto que dio su vida por nosotros y nuestros pecados, esta es nuestra corona más hermosa que durará para siempre.

    13. Lo contrario de orgullo y soberbia es la humildad, y el ejemplo más grande que tenemos es el Señor Jesucristo que dijo: “... aprendan de Mí, que Yo soy manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29)

    14. Un día el Señor volverá y todos los orgullosos, soberbios, borrachos, pecadores, recibirán su castigo y serán destruidos, pero todos los que se arrepintieron y cambiaron su forma de vivir como la de Cristo, reinarán para siempre con Él.

    15. Pero ahora es el momento de cambiar y vivir para Cristo y ser ejemplo para los demás, que vean el cambio que hay hecho Dios en tu vida que ya no reaccionas como antes, que ya no mientes, ya no robas, ya no te crees superior a los demás, sino realmente te evalúas como lo que realmente eres.

    16. Y la realidad de lo que somos es que somos pecadores, que necesitamos a Dios que nos limpie de todo mal y perdone nuestros pecados, somos hijos de Dios y queremos agradarle solo a Él, porque nosotros le amamos y Él nos ama.

    17. Seamos llenos del Espíritu Santo para que vivamos una vida que agrade al Señor.


☑️ Conclusión: Dios te disciplina como un padre que te ama y quiere transformar tu vida y que disfrutes de la verdadera paz que Él te ofrece. El mismo que castiga, es el mismo que cura y venda tus heridas. Deja que se marchite esa corona de soberbia. Estás en buenas manos si estás en manos del Señor.


 💡​Verso a memorizar:

“Ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado.”

Romanos 12:3b NTV







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