El Rey Asuero
El Rey Asuero
(Clase para el domingo 26 de agosto del 2018)
Tema: El rey Asuero
Objetivo: Que los niños sepan que en medio de reyes malos y egoístas hay un Rey bondadoso y perfecto que es Dios, y así como hace muchos años cuidó y amó a su pueblo, hoy en día puede y quiere hacerlo en cada uno de nosotros.
Recordemos que hemos estado estudiando domingo a domingo cronológicamente el antiguo testamento. Hicimos una pausa hace unas semanas para tener una serie especial acerca de lo que creemos. Pero ahora estamos retomando el estudio verso a verso iniciando el libro de Ester.
La clase pasada pudimos entender el contexto en el que nos encontramos para poder comprender aún mejor la historia de Ester.
¿Se acuerdan que, cuando Nehemias regresó a Jerusalén a reconstruir la ciudad muchos decidieron quedarse en Babilonia en vez de regresar a la tierra que Dios les había dado? Los que decidieron quedarse en Babilonia creían estar mejor porque se sentían cómodos con la vida que habían hecho allí pero la realidad es que estaban viviendo en desobediencia.
Lo peor es que en ese lugar no conocían a Dios ni lo adoraban. Por esta causa vivieron muchas situaciones difíciles y complicadas, pero Dios estuvo siempre con ellos y tuvo cuidado de ellos.
El capítulo uno nos habla acerca del rey que gobernaba en aquellos tiempos, su nombre era Asuero, él gobernaba una gran parte del territorio y tenía mucho poder. Imagínense la vida de un rey, ¿nunca han querido ser por un día rey o reina para vivir en un gran palacio? Pues el rey Asuero tenía esa gran vida , con muchos lujos y sirvientes. Él era tan poderoso y rico que le encantaba organizar fiestas que duraban semanas y hasta meses. En esas fiestas gastaba mucho dinero para demostrarle a sus invitados lo poderoso que era. Un día Asuero organizó una fiesta que duró mucho tiempo, y su esposa, la reina Vasti, organizó también una fiesta para las mujeres.
Mientras la reina Vasti se encontraba en su fiesta el rey Asuero mandó llamarla a su fiesta, pero ella se negó a ir. El rey Asuero se enojó muchísimo y pensó qué podía hacer al respecto. Así que aconsejado por otros reyes y gobernantes, decidió hacer un decreto en el cual decía que, por desobedecer a su esposo, Vasti dejaría de ser reina y no podría acercarse más a él, así que buscarían a alguien más para convertirse en la nueva reina.
Imaginen qué tan enojado debió haber estado el rey Asuero para tomar esta decisión. Asuero era un hombre egoísta que se dejaba dominar por sus sentimientos y su enojo. Él era rey de aquellos que no conocían al Señor pero todos aquellos que habían tomado la decisión de volver a Jerusalén su rey era alguien muy distinto. Su rey era Dios, y Dios no es un rey egoísta y enojó. Al contrario, Dios es un rey bondadoso que nos ama y que siempre tiene cuidado de sus hijos. Dios siempre tiene pensamientos de bien para nosotros y, a diferencia de Asuero, él siempre está dispuesto a perdonarnos y recibirnos cuando nos arrepentimos de desobedecerlo. Ese mismo Dios es el que quiere habitar en tu corazón y convertirse en el rey de tu vida. Si ya lo has invitado a vivir en tu corazón entonces tienes la libertad de vivir una vida que le agrade, sin ser enojón y caprichoso como el rey Asuero. Por el contrario, ser un Niño y una niña que ame y sirva a los demás.
Verso a memorizar:
“Pero tú, oh Señor, eres Dios de compasión y misericordia, lento para enojarte y lleno de amor inagotable y fidelidad.”
Salmos 86:15 NTV
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