Dios nos disciplina porque nos ama

Dios nos disciplina porque nos ama
(Clase para el domingo 3 de marzo del 2019)



Pasaje: Salmos 5-7
Propósito: Los alumnos identificarán a Dios como un padre que disciplina en amor y no porque le guste el castigo, esto por medio de tres ejemplos de oraciones hechas por David.

Estamos en el libro de salmos. Recordemos que la gran mayoría de esos salmos fueron escritos por el rey David; un hombre cuyo corazón era conforme al de Dios y a quien la Biblia presenta como “el dulce cantor de Israel” (2 Samuel 23:1).

Hace dos semanas pudimos estudiar una oración matutina y otra vespertina. Y en esta ocasión veremos otra oración matutina. ¿Te ha pasado que a veces sientes que no sabes qué decir a la hora de orar? ¿Sientes que es repetitiva o que no hay ningún tema que tratar? Algo maravilloso que le podemos aprender a David es que no importaba que fuera un pastor de ovejas, luego rey y después un prófugo de su propio hijo, él siempre acudía al Señor y en cada oración se veía el reflejo del conocimiento personal que tenía de Dios gracias a la comunión diaria.

En el capítulo 5 vemos a David clamar a Dios, e incluso la manera en la que empieza su oración no nos sorprende. Estamos acostumbrados a dirigirnos a Dios como Jehová, Señor, Cristo, etc. pero esto tiene más importancia de la que crees. En Hebreos 11:6 nos dice que es necesario que cuando nos acerquemos a Dios creamos que realmente está ahí, que verdaderamente escucha y que somos recompensados por ir a Él.
Cuando estés en problemas, no solo ora sino cree verdaderamente que Dios te está escuchando y que ya tiene una respuesta a tu clamor.

El corazón de David está quebrantado, y aunque eso es justo lo que no queremos, la buena noticia es que ese corazón es el que nos garantiza la atención y misericordia de Dios (Sal 51:17)
Podemos aprender cuatro puntos importantes de esta oración:
1. Se presenta a sí mismo ante Dios (v.3)
2. Espera (v. 3)
3. Describe la santidad de Dios (vv. 4-7)
4. Presenta su petición
a. Guía (v.8)
b. Castiga a mis enemigos porque se rebelaron con ti (v. 10)
c. Expresa su júbilo (v.11-12)

En el salmo 6 David sabe que hay algo mal en su caminar con el Señor (Hebreos 12:6). Está enfermo corporalmente y su alma está angustiada. Es importante que desde ahora entendamos que Dios es nuestro padre y que muchas veces vamos a tener que estar bajo su corrección no porque sea injusto, malo y/o nos odie, sino porque nos ama y siempre va a cuidarnos que no nos lastimemos al tomar malas decisiones.

David no cree que la corrección de Dios sea injustificada o pesada, sino que simplemente clama por misericordia (Sal 103:14) y David ha tomado la mejor decisión: humillarse delante de Dios. Su petición: vuelve para que pueda alabarte. En los versículos 6-7 vemos que el mismo David que dormía y despertaba confiando en el Señor, ahora no duerme de tanto sufrir. Finalmente, David tiene la certeza de que el Señor no es insuficiente a su dolor y es cuando resurge su esperanza.

El salmo 7 podemos darnos cuenta que a veces Dios permite circunstancias para que podamos decir “confiamos en ti”. Sabe que Dios es el juez perfecto y por eso es que acude a Él.
Dios no quiere condenarnos, sino darnos salvación. Con esta garantía es podemos abrir nuestro corazón a Dios y saber que toda respuesta será para su gloria y nuestro beneficio.


Versículo  memorizar: 
El Señor dice: «Te guiaré por el mejor sendero para tu vida; te aconsejaré y velaré por ti. 
Sal 32:8 (NTV)

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Jeremías

Guarda Tu Corazón

Todo tiene su tiempo

Pinta Caritas.

Los frutos del Espíritu