Dios me puso en mi familia para servirla

Dios me puso en mi familia para servirla
(Clase para el domingo 28 de julio del 2019)



Tema: Dios me puso en mi familia para servirla 
Pasaje: Juan 13:1-17
Objetivo: Que los niños sepan que a Dios le agrada que cada uno de nosotros sirvamos a nuestra familia con alegría y amor.

Hemos estado aprendiendo acerca de los roles de cada uno de los miembros de nuestra familia, pero hay algo en lo que todos podemos participar y esto es servir al otro.

El servicio tiene que ver con hacer algún trabajo por alguien más o ayudarle en lo que se requiera.

Seguramente en algún momento cada uno de nosotros hemos tenido la oportunidad de ayudar a alguien más, sobretodo en nuestra casa pues es ahí donde pasamos mayor parte del tiempo. En ocasiones es fácil y sencillo, pero en muchas otras no lo es tanto. A veces nos sentimos con mucho ánimo de hacerlo, estamos dispuestos y felices para hacerlo pero la realidad es que muchas veces no es así.

Hoy vamos a aprender a través del ejemplo de Jesús cómo es que debemos servir a nuestra familia. En Juan capítulo 13 del versículo 1 al 17 encontramos el momento en el que Jesús esta a pocas horas de entregar su vida por todos nosotros. Él está reunido con sus discípulos, sus amigos. Ellos estaban pasando un tiempo muy importante juntos, y Jesús estaba aprovechando esos últimos momentos para enseñarles cosas muy importantes. Una de ellas fue precisamente cómo debían servir a los demás. 

Imagina el contexto de este momento. En aquel entonces, las personas no utilizaban zapatos como los que ahora usamos, hoy en día hay muchos modelos, colores y estilos diferentes dependiendo la temporada del año y del lugar donde vivamos. Antes no era así y mucho menos existían los calcetines ni nada de esas cosas. Los zapatos de ese entonces eran mucho más sencillos a los de ahora, los pies no estaban tan protegidos, era casi como estar descalzo. Ahora piensa que en ese tiempo las calles no estaban pavimentadas, habían mucho polvo y tierra, así que los pies estaban muy expuestos y terminaban terriblemente sucios cuando las personas llegaban a sus casas. 

Teniendo este contexto podrás imaginarte bajo qué condiciones estaban los pies de los discípulos en esa reunión pues era ya de noche y seguramente habían caminado mucho. Ya habían acabado todos de cenar cuando de pronto Jesús: “se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.” (Juan‬ ‭13:4-5‬)

¿Te imaginas ese momento? Jesús, sin decir más, tomó la decisión de lavar los pies de sus amigos. Jesús sabía quién era él: El hijo del Dios vivo, el rey y creador del universo y sin importarle esto hizo una actividad que incluso estaba destinada para los sirvientes de las casas. A Jesús no le importó lo sucios que podrían estar los pies de sus amigos, simplemente lo hizo. Me puedo imaginar a Jesús haciendo esto con una gran sonrisa en su rostro, alegre de saber que a través de esto estaba mostrando cuánto amaba a sus discípulos.  Esto sorprendió tanto a Pedro que no quería que Jesús le lavara los pies, pues lo consideraba algo indigno, sin embargo el Señor le mostró cuánto necesitaba que esto sucediera. Esta era una increíble oportunidad que ellos estaban teniendo para aprender un principio muy importante respecto al servicio.

Esta historia nos hace pensar cuál es la actitud que cada uno de nosotros tomamos cuando se trata de servir a los miembros de nuestra familia. ¿Tenemos esa iniciativa que tuvo Jesús para servir o esperamos a que nos pidan que hagamos las cosas? ¿Cómo reaccionamos cuando nos piden que hagamos algo y no tenemos ganas de hacerlo o estamos más entretenidos en otros asuntos? ¿Ayudamos y hacemos cosas por nuestra familia con alegría? ¿Entendemos que cuando servimos a los demás estamos sirviendo también al Señor? ¿Entendemos que a través de ese servicio estamos demostrando amor a los demás?  Servir implica poner las necesidades de los demás por encima de las mías, y esto cuesta. Pero Jesús lo hizo y quiere que nosotros lo hagamos de la misma forma y con la misma actitud.

Sin duda hay muchas oportunidades que cada uno de nosotros tenemos día a día para servir a nuestra familia. Dios quiere que nosotros tengamos una actitud de servicio activa. Jesús les dijo a sus discípulos: “—¿Entienden lo que acabo de hacer? Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Les digo la verdad, los esclavos no son superiores a su amo ni el mensajero es más importante que quien envía el mensaje. Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas.”
‭‭(Juan‬ ‭13:12-17‬)

Tenemos un gran ejemplo de servicio de parte de Jesús, hoy mismo podemos comenzar a poner en práctica esto que hemos aprendido. No intentes hacer las cosas en tus fuerzas, porque seguramente terminarás frustrado y triste de no lograrlo por ti solo. Necesita cada día pedirle a Dios y a su Espíritu Santo que te ayuden a lograrlo, confía en que él está allí en todo momento para ayudarte y darte fuerzas para lograrlo. Busca formas prácticas en las cuales puedas servir a tus papás, a tus hermanos y a aquellas personas que estén cerca de ti, recuerda que es más feliz aquel que da que el que recibe. 

Versículo a memorizar:

“Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos.”
‭‭Marcos‬ ‭10:45‬ ‭NTV‬‬

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