Dios nos sustenta toda nuestra vida
Dios nos sustenta toda nuestra vida
(Clase para el domingo 9 de febrero del 2020)
Tema: Dios nos sustenta toda nuestra vida
Pasaje: Salmo 70 y 71
Objetivo: Que los niños puedan ver que a lo largo de toda nuestra vida, es Dios quien está cuidándonos y guardándonos con su amor.
Puedes comenzar la clase llevando imágenes de las distintas etapas de los seres humanos, desde que están en la panza de mamá hasta que son muy viejitos. Toma un tiempo para platicar con tus alumnos acerca de qué implica cada etapa y qué características hay en cada una. Por ejemplo un bebé no puede hablar, necesita que lo alimenten y usa pañal, mientras que un adulto está listo para casarse y formar una familia, los adultos son altos, muchos de ellos saben manejar coches, etc... cada etapa es muy distinta a la otra pero hay un punto en común entre ellas: el amor de Dios, sus planes y su cuidado nunca cambian.
Quizás para los niños sea difícil visualizar las etapas que están por vivir en el futuro y aún están muy pequeños para poder ver el pasado en una perspectiva muy lejana, sin embargo la gran mayoría de ellos sienten que son mucho más mayores a cuando eran bebés y por lo tanto sienten que ya son personitas grandes. Muchos de ellos están ansiosos por ser mayores y sienten que ya no son tan niños como antes. El punto aquí es que ellos puedan aprender a lo largo de estos capítulos y de esta clase en particular que Dios siempre ha estado con ellos, que el día de hoy está con ellos y que ha prometido estar con ellos por siempre.
El versículo 6 del capítulo 71 dice: “Así es, estás conmigo desde mi nacimiento; me has cuidado desde el vientre de mi madre. ¡Con razón siempre te alabo!” Hazles ver a los niños cómo desde que estaban en la pancita de su mamá Dios ya los estaba cuidando. La palabra de Dios dice que aún desde antes de nacer, desde que se fundó la tierra, Él ya había pensado en nosotros. Aún estando dentro de nuestra mamá el Señor estaba formándonos y protegiendo con mucho cuidado y amor.
Tiempo después nos convertimos en niños, algunos siguen siendo chiquitos y algunos ya son más grandes, pero sin importar la edad Dios sigue estando con cada uno de ellos ahora en la infancia:
“Oh Dios, tú me has enseñado desde mi tierna infancia, y yo siempre les cuento a los demás acerca de tus hechos maravillosos.”
Salmos 71:17 NTV
Dios es quien está a nuestro lado para enseñarnos acerca de quién es Él y de su gran amor. El escritor de este salmo está tan contento y tan agradecido de saber que Dios lo cuido y le enseñó desde que era un niño que no puede más que salir corriendo a contarles a los demás acerca de lo grande que es el Señor. Así que en esta etapa por la que ellos están atravesando (infancia) Dios sigue cuidándolos y está tomando tiempo para enseñarles acerca de sus verdades, y qué mejor ejemplo que el día de hoy (como cada domingo) están siendo expuestos a su Palabra en un salón de clases.
Ahora ellos se encuentran en esta etapa, en la infancia, pero tarde o temprano (si Dios lo permite) crecerán tanto que se harán viejitos pero ¿ qué piensan cuando ven a una persona ya grande, con canas, que a veces usa lentes y que incluso puede llegar a caminar lento? A lo mejor pueden llegar a pensar que esas personas ya no tienen mucho por hacer. Si yo les preguntara en este momento quién quisiera ser ya un viejito o un abuelito creo que serían muy pocos los que levantarían la mano porque parece como si ellos ya no tuvieran grandes expectativas ni planes en el futuro. Pero ¿qué creen? Nada está más alejado de la realidad. Aún en esa etapa, ¡Dios tiene mucho que hacer con nosotros! No por el hecho de ser viejitos quiere decir que Dios ya se ha olvidado de ellos ¡al contrario! Todavía Dios tiene muchos planes para esta edad. Mira lo que dice la Biblia sobre esto:
“Y ahora, en mi vejez, no me hagas a un lado; no me abandones cuando me faltan las fuerzas.”
Salmos 71:9
El escritor le pide a Dios que aunque la fuerzas comienzan a faltar por causa de la edad, no lo abandone porque no importa la edad que tenga ¡siempre vamos a necesitar a Dios!
Mira ahora estos versículos:
“Ahora que estoy viejo y canoso, no me abandones, oh Dios. Permíteme proclamar tu poder a esta nueva generación, tus milagros poderosos a todos los que vienen después de mí.”
Salmos 71:18
“Has permitido que sufra muchas privaciones, pero volverás a darme vida y me levantarás de las profundidades de la tierra. Me restaurarás incluso a mayor honor y me consolarás una vez más. Entonces te alabaré con música de arpa, porque eres fiel a tus promesas, oh mi Dios. Te cantaré alabanzas con la lira, oh Santo de Israel. Gritaré de alegría y cantaré tus alabanzas, porque me redimiste.”
Salmos 71:20-23
Mira el salmista, aún en la vejez sabe que hay mucho por hacer: él dice que seguirá compartiendo a nuevas generaciones acerca del amor de Dios, lo increíble de esto es que cuando seas viejito podrás ver nacer generaciones que sean grandes y seas tú quien les compartas del Señor, o mejor aun ¡le podrías compartir a los hijos de esas generaciones! El escritor sabe que Dios lo seguirá consolando porque no se cansa de hacerlo y ¡mira! Incluso dice que alabará a Dios con un instrumento musical (el arpa) es decir, la edad no fue una limitante para el escritor, aún con sus canas y sus años él encontró una manera activa de servir a Dios. Ser viejito no es sinónimo de que la vida está por terminar, aún cuando seas viejito Dios querrá hacer muchas cosas en tu vida.
¿Te das cuenta? No importa la edad que tengas, no importa si un día eres viejito, los planes de Dios para tu vida no tiene vigencia, porque aun siendo viejito el Señor querrá seguiré viendo rendido a Él y activo en Su obra. No importa la etapa de tu vida, lo importante es que cada día lo conozcas más y al ver y experimentar su amor constante entonces puedas alabarle, amarlo y contarle a los demás acerca quién es Él.
Versículo a memorizar:
“...y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Mateo 28:20 b
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