Jesús dice que soy...

Jesús dice que soy...

(Clase del 25 de abril del 2021)

 

CLASE DOMINGO 25 ABRIL

Tema: Repaso: JESÚS DICE QUE SOY... 
Pasaje: Mateo 5
Objetivo: Que los niños localicen los puntos más importantes del sermón del monte enseñado por Jesús por medio de un bosquejo general.

Introducción : Durante las últimas semanas hemos estado estudiando Mateo 5, ¿recuerdas? Vimos a Jesús enseñando en el monte a un grupo de personas en particular, a sus discípulos. Si tú has decidido entregarle tu vida a Cristo, es necesario que siempre recuerdes los siguientes puntos

1) JESÚS DICE QUE SOY BIENAVENTURADO
Vivimos en un mundo al revés, donde a lo bueno le llaman malo y a lo malo bueno. Por eso es que Jesús vino a este mundo y vivió una vida como la tuya y la mía, para comprobar lo chueco que está este mundo. Jesús, al principio de este capítulo nos dijo que somos bienaventurados (es decir, dichosos) cuando: reconocemos nuestro pecado, cuando nuestro pecado nos duele porque Él nos consolará (DIOS NUNCA TE RECHAZARÁ), cuando somos humildes, cuando queremos conocer más de Él, cuando tenemos compasión por los demás y buscamos tener un corazón puro, también dice que somos bienaventurados cuando somos perseguidos por hacer lo correcto.
Muchas de estas cosas nos pueden asustar o, incluso, buscaríamos la manera de huir de alguna de estas situaciones. Cuando la tristeza, la burla o la desesperación lleguen recuerda lo que Jesús dijo, pídele al Espíritu Santo que te ayude y recuerda las promesas que Dios nos ha dado si obedecemos: el reino de los cielos será nuestro (o sea, lo tendremos a Él), seremos consolados, obtendremos la heredad, seremos saciados, veremos a Dios, seremos llamados hijos de Dios. SOMOS DICHOSOS PORQUE LE TENEMOS A ÉL.

2) JESÚS DICE QUE SOY LA SAL Y LA LUZ DEL MUNDO
Después de descubrir que vivimos en mundo chueco, Jesús nos dice qué hacer, o más bien, qué ser. Solo Dios puede enderezar algo chueco, pero así como Jesús es el ejemplo de cómo quería Dios que el hombre viviera, nosotros somos ejemplo para los que nos rodean. 
¿Recuerdas alguna comida con mal sabor o que le faltara sabor? ¡Es horrible! Se puede comer, pero no se disfruta. Nosotros podemos mostrarle a la gente que vivir una vida sin Jesús es como una comida insípida: se puede comer, pero no se disfruta plenamente. Mostrémosle a todos que la razón de vivir es adorar a Dios.

El mundo no solo está chueco sino que está en tinieblas, ¿alguna vez te ha dado miedo la oscuridad, o has tenido un accidente por no ver bien? ¿O qué pasa cuando se va la luz en casa? ¡Nos aburrimos y no sabemos qué hacer! Eso le pasa a todo aquél que no ha reconocido que Jesús es Dios. Cristo nos ha regalado su luz para poder alumbrar y mostrar el camino, ¿cuál es ese camino? Él mismo. Muchos accidentes pasan por no tener luz, la vida parece aburrida y sin sentido sin ella. Alumbremos al mundo y mostremos lo maravilloso que es nuestro Dios.

3)JESÚS DICE QUE SOY JUSTIFICADO
¿Cuántos mandamientos le dio Dios a Moisés? ¡Exacto! Diez, ¿me los puedes decir de memoria? Puede que algunos lo sepan y otros no, pero no te preocupes, Jesús se encargó de resumirlo en dos mandamientos: Amar a Dios y amar a los demás como a nosotros mismos, ¿el problema? Sin importar si son 10 o 2 no podemos cumplirlos, y no solo esto, sino que Jesús se encargó de que esos mandamientos fueran aún más difíciles de cumplir al explicarnos que el problema no está en lo que hacemos sino en nuestro corazón. Ahora, Jesús no dijo esto para que terminemos tristes, frustrados o desesperados ¡al contrario! Él nos muestra que somos incapaces de alcanzar la Ley si no es a través de Él. Cuando lo aceptamos en nuestro corazón, Jesús deja de ver nuestro corazón sucio y ve a su Hijo perfecto Jesucristo, por medio de Él podemos tener el perdón por no cumplir la Ley, y además de esto, nos da a Su Espíritu Santo que es el único capaz de ayudarnos a obedecer lo que Dios ha mandado: amarle a Él y a los demás.

4)JESÚS DICE QUE SOY AMOROSO CON MIS ENEMIGOS
¿Alguna vez has conocido a alguien que te ha lastimado, hecho llorar o hasta enojar? Jesús sabe que sí, y por eso tiene una instrucción muy especial sobre qué hacer con esa persona: amarla. Sí, suena difícil y hasta raro, pero RECUERDA: vivimos en un mundo al revés. Es fácil pensar que cuando alguien nos lastima podemos guardar enojo o tristeza contra esa persona pero no es así. ¿Cuántas veces hemos lastimado el corazón de Dios con nuestro pecado y cómo nos ha respondido Él? Amándonos, perdonándonos y limpiándonos. Cuando nos encontremos con personas que nos han herido pensemos en esto: ES NUESTRA OPORTUNIDAD DE SER COMO CRISTO. Ama, perdona y comprueba que sus mandamientos no son para tu mal, sino para tu bien. 

Versículo a memorizar:
He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti.
Salmos 119:11 (NTV)

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Jeremías

Guarda Tu Corazón

Todo tiene su tiempo

Pinta Caritas.

Los frutos del Espíritu