Su Espíritu en mi
Su Espíritu en mi
(Clase del 15 de mayo del 2022)
Tema: Su Espíritu en mí
Pasaje: Hechos 2
Objetivo: Que los niños sepan que Dios nos dio de Su Espíritu para que nunca estemos solos, para llenarnos de poder y para hablar de El.
Intro: El libro de Mateo terminó, pero la historia continúa. ¿Y qué pasó después de que el Señor Jesús regresó al cielo? ¿Qué hicieron los discípulos?
Esto lo platica Lucas en el libro de Hechos, vamos a estudiarlo!!
1) La promesa cumplida. Hechos 2
Los discípulos que vieron a Jesús subir al cielo eran Pedro, Juan, Jacobo, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo el hijo de Alfeo, Simón el Celote y Judas hermano de Jacobo. Ellos regresaron a Jerusalén, como el Señor les dijo. Los seguidores de Jesús eran un grupo muy unido, y siempre oraban juntos. Con ellos se reunían los hermanos de Jesús y algunas mujeres, entre las que se encontraba María, la madre de Jesús. Todos los de este grupo eran como ciento veinte personas.
Diez días después se celebraba una fiesta importante en la ciudad, la fiesta de Pentecostes, en la que daban gracias a Dios por el fruto de sus cosechas. Así que había mucha gente en la ciudad, y los discípulos de Jesús estaban reunidos en un mismo lugar. De pronto, oyeron un ruido muy fuerte que venía del cielo. Parecía el estruendo de una tormenta, y retumbó por todo el salón.
Luego vieron que algo parecido a llamas de fuego se colocaba sobre cada uno de ellos.
Fue así como el Espíritu Santo los llenó de poder a todos ellos, y enseguida empezaron a hablar en otros idiomas. Cada uno hablaba según lo que el Espíritu Santo le indicaba.
Al oír el ruido, muchos de ellos se acercaron al salón, y se sorprendieron de que podían entender lo que decían los seguidores de Jesús. Estaban tan admirados que se decían unos a otros: «Pero estos que están hablando, ¿acaso no son de la región de Galilea? ¿Cómo es que los oímos hablar en nuestro propio idioma? ¡Es increíble que los oigamos hablar, en nuestro propio idioma, de las maravillas de Dios!» Y no salían de su asombro, ni dejaban de preguntarse: ¿Y esto qué significa?
Pero algunos comenzaron a burlarse de los apóstoles, y los acusaban de estar borrachos.
Entonces Pedro, lleno del poder de Dios, comenzó a hablar a la multitud:
- Israelitas y habitantes de Jerusalén, escuchen bien lo que les voy a decir. Se equivocan si creen que estamos borrachos. ¡Apenas son las nueve de la mañana! Lo que pasa es que hoy Dios ha cumplido lo que nos prometió, cuando por medio del profeta Joel dijo:
“En los últimos tiempos les daré a todos de mi Espíritu: hombres y mujeres hablarán de parte mía; a los jóvenes les hablaré en visiones y a los ancianos, en sueños." ”También en esos tiempos les daré de mi Espíritu a los esclavos y a las esclavas, para que hablen en mi nombre."
Escúchenme bien, porque voy a hablarles de Jesús, el que vivía en Nazaret. Todos nosotros sabemos que Dios lo envió. También sabemos que Dios le dio su autoridad, porque lo vimos hacer grandes maravillas y señales.
Desde el principio, Dios había decidido que Jesús sufriera, y que fuera entregado a sus enemigos. Ustedes lo ataron y lo entregaron a los romanos, para que lo mataran. ¡Pero Dios hizo que Jesús resucitara! ¡Y es que la muerte no tenía ningún poder sobre él!
Todos nosotros somos testigos de que Dios resucitó a Jesús, y de que luego lo llevó al cielo y lo sentó a su derecha.
Dios le dio a Jesús el Espíritu Santo. Y ahora Jesús nos ha dado ese mismo Espíritu, pues nos lo había prometido. ¡Y esto es lo que ustedes están viendo y oyendo! »
Hermanos, ustedes tienen que reconocer, de una vez por todas, que a este mismo Jesús, a quien ustedes mataron en una cruz, Dios le ha dado poder y autoridad sobre toda la humanidad.
Todos los que oyeron estas palabras se pusieron muy tristes y preocupados. Entonces les preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: —Amigos israelitas, ¿y qué debemos hacer? Pedro les contestó: —Pídanle perdón a Dios, vuelvan a obedecerlo, y dejen que nosotros los bauticemos en el nombre de Jesucristo. Dios los perdonará y les dará el Espíritu Santo.
Ese día, unas tres mil personas creyeron en el mensaje de Pedro. Tan pronto como los apóstoles los bautizaron, todas esas personas se unieron al grupo de los seguidores de Jesús.
Y a partir de entonces, de esta manera tan impresionante, Dios comenzó Su Iglesia, los discípulos no dejaron de hablar de Jesús y la iglesia creció y creció, hasta el día de hoy!!!
2) Su Espíritu en mí
El Espíritu de Dios es para todos, cuando creemos en Jesús, Dios nos da de Su Espíritu y viene a tu corazón, por eso decimos que Jesús vive en nuestro corazón, porque Su Espíritu está ahí y nos acompaña a todos lados, nos recuerda Su Palabra y nos ayuda cuando sentimos ganas de pecar, El nos pone incómodos, y nos recuerda que no debo hacerlo. Te ha pasado? Es Su Espíritu en tí!!!
Solos no podemos ser buenos, por eso Dios nos dejo Su Espíritu, para ayudarnos!!
Y así como lo hizo en Pentecostes, Dios nos da de Su poder y como Pedro, podemos tener el valor y la seguridad para hablar lo que ya sabes, la historia de Jesús y todo lo que vino a hacer a este mundo.
Muchos necesitan escuchar cuanto los ama Dios y que si creen, Jesús los perdona y transforma!!!
Su Espíritu está en nosotros, creelo, escuchalo, píde Su ayuda y verás cómo Dios te sorprende con todo lo que hará en tí y a través de tí!!!
Verso a memorizar:
Y Dios nos ha dado su Espíritu como prueba de que vivimos en El y El en nosotros.
1 Juan 4:13 NTV
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