Dios nos instruye a ser honestos
Dios nos instruye a ser honestos
Tema: Dios nos instruye a ser honestos.
Pasaje: Proverbios 11.
Objetivo: Que los niños conozcan que a Dios le agrada que nos comportemos honestamente y que identifiquen entre actos honestos y deshonestos.
Desarrollo: Seguimos en el libro de los Proverbios, y recordamos que los proverbios son enseñanzas breves que Dios nos da para vivir sabiamente. En este capítulo el tema central es la honestidad que quiere decir pensar, actuar y hablar con la verdad. Dios nos enseña que hay dos caminos por los que podemos andar: el camino del justo y el camino del injusto. El camino del justo es vivir rectamente como le agrada a Dios, siendo honestos en todo lo que hacemos, ya sea en la casa con nuestra familia, en la escuela con nuestros compañeros, amigos y maestros, en la Iglesia, en la calle y en todo lugar y momento.
Algunas de las enseñanzas que Dios nos da para vivir honestamente son las siguientes:
- v.15: Cuando somos honrados, todo en la vida es más fácil; pero a los malvados su propia maldad los destruye.
- v. 8: A los malvados les cae la desgracia, pero los buenos quedan a salvo.
- v.9: Los chismes de los malvados destruyen a sus semejantes, pero a la gente honrada la salva la sabiduría.
- v.3: Al bueno lo guía la justicia; al traidor lo destruye la hipocresía.
- v. 11: La presencia de los buenos trae bienestar a la ciudad; la presencia de los malvados sólo le trae desgracias.
- v. 13: La gente chismosa todo lo cuenta; la gente confiable sabe callar.
- v. 18: Las ganancias del malvado no son más que una mentira; la verdadera ganancia consiste en hacer el bien.
- v. 20: Dios no soporta a los malvados, pues piensan sólo en la maldad; en cambio a la gente honrada le muestra su bondad.
- v.23: Los deseos de los buenos siempre traen bendición; los deseos de los malos sólo traen destrucción.
Dios quiere nuestro bien, es por eso que nos enseña a caminar de manera íntegra y honesta, de manera que seamos bendición y ejemplo para los demás, no hablando con mentiras sino con la verdad.
¿Sabías que hay alguien que dijo ser la Verdad? ¡Así es! Jesús, el Hijo de Dios, dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”. Así como hemos aprendido que Jesús es la Sabiduría, también es la Verdad. Él vino para salvarnos y rescatarnos del pecado, incluyendo aquellas veces que no nos hemos comportado honestamente. Si de verdad crees que Jesús es el Hijo de Dios, que murió en una cruz por nosotros, y que resucitó al tercer día para salvarnos y limpiarnos de nuestros pecados, puedes pedirle que entre en tu corazón, y que te ayude a conocer la verdad ¡para vivir con él para siempre!
Versículo a memorizar:
“Las ganancias del malvado no son más que una mentira; la verdadera ganancia consiste en hacer el bien”. Proverbios 11:18 (TLA)
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