Lo que creemos acerca de la Adoración
Lo que creemos acerca de la Adoración
(Clase para el domingo 8 de julio de 2018)
Tema: Lo que creemos acerca de la adoración
Pasaje: Génesis 2
Objetivo: Que los niños aprendan lo que implica la adoración y por qué debemos llevarla acabo a cada momento de nuestras vidas.
Introducción: Hace unas semanas platicábamos sobre nuestras mamás y papás y lo que Dios nos ha regalado en ellos, así que ahora quisiera que nos contaran cómo es que supieron qué regalarle o qué cosas jamás le regalarían a sus papás. ¿Cómo pueden estar seguros, sin siquiera preguntarles, que algo les puede gustar o no? ¡Fácil! Porque los conocen. El tener una relación con las personas nos ayuda a saber, sin tener que preguntarlo abiertamente, si le gusta o no. Pues lo mismo pasa con el Señor. Él nos ha dejado su Palabra donde nos dice cuál es la vida que debemos llevar para agradarle.
El día de hoy veremos el ejemplo de dos hermanos que quisieron adorar a Dios y cuál fue el resultado para cada uno.
La Biblia nos cuenta que después de que Adán y Eva fueron expulsados del paraíso tuvieron dos hijos, Cain, el mayor, y Abel el menor.
Ellos crecieron sabiendo que tenían que adorar al Señor. Caín se convirtió en un agricultor y presentaba sus cosechas como ofrendas para Dios, mientras que Abel se hizo pastor de ovejas y ofrecía holocaustos a Jehová. Las ofrendas de Abel eran aceptadas y agradables delante del Señor, pero las de Caín ¿por qué? ¿Será que a Dios solo aceptaba animales? Claro que no, en Levítico (el cual se trata precisamente de cómo debemos adorar a Dios) capítulo 2 nos habla de las ofrendas que se hacían con la cosecha de la tierra, así que ese no era el verdadero problema. ¿Podrías imaginar cuál era entonces? ¡El corazón! Nosotros sabemos que Dios es el creador, por lo tanto todo lo que vemos— y hasta lo que no vemos— le pertenece así que no hay nada que nosotros podamos ofrecerle que no haya sido suyo desde un principio.Dios vio el corazón de Abel y de Caín y por eso es que aceptó una y rechazó la otra. Ahora, la cuestión no es si queremos adorar o no porque Dios le ha dado a todo hombre una naturaleza adoradora. Así como nosotros no escogemos cuándo tener hambre, pero sí podemos escoger qué comer lo mismo pasa con la adoración, en todo momento adoraremos a alguien o algo, pero debemos escoger a quien merece toda adoración y ese es Dios.
El problema podríamos creer es que hoy en día ninguno de nosotros es pastor ni puede sembrar en la tierra para poder ofrecer sacrificios a Dios, pero la Biblia nos dice que el mejor sacrificio que podemos darle a Dios es a nosotros mismos. En Romanos 12:1 dice que debemos ofrecernos no para pagar nuestros pecados, porque eso ya lo hizo Cristo en la cruz, sino en agradecimiento a Dios por todo lo que nos ha dado. Un sacrificio vivo (que lo hagamos día a día, usando la vida eterna que nos ha regalado), santo (apartado para Dios) porque esto es lo más lógico y lo que más le agrada a Él.
Hoy tienes la oportunidad de pedirle a Dios que te perdone y que te permita llevar una vida que le agrade. En la Biblia tenemos un sinfín de hombres que nos mostraron que vivir agradando al Señor es la vida más plena, llena de gozo y propósito que haya visto jamás.
Verso a memorizar:
Amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.
Romanos 12:1 (NTV)
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